San José del Parral, en Chihuahua, fue en otro tiempo un próspero centro minero, especialmente durante la época colonial. En 1567, se establecieron las minas de plata de Santa Bárbara, marcando el inicio de la historia minera de la región. En 1631 se hizo un nuevo descubrimiento de plata en el sur de Chihuahua, lo que contribuyó aún más al auge económico de Parral. Durante el siglo XVII, la ciudad fue reconocida como la “capital del mundo” de la plata, un título que reflejaba su prominencia en la producción de este metal precioso. Esta distinción llevó a que los lugareños le cambiaran el nombre a “Capital del Mundo” en los siglos XVIII y XIX, durante su período de máximo esplendor económico. Sin embargo, tras el declive minero en la década de 1930, la ciudad experimentó un cambio significativo, pasando de ser un importante centro minero a una ciudad dedicada principalmente al comercio. Aunque su historia está profundamente ligada a la minería de plata, Parral ha evolucionado para convertirse en una ciudad mediana con un papel destacado en el comercio regional entre Chihuahua y Durango.

La ciudad de Jiménez, fundada en 1753, fue testigo de varios episodios importantes en la historia de México. Durante la independencia mexicana, su nombre fue modificado en honor a José Mariano Jiménez, un héroe de la independencia fusilado en Chihuahua en 1811. Más tarde, en 1898, se le otorgó el grado de ciudad. Su desarrollo se aceleró con la llegada del ferrocarril México-Ciudad Juárez a finales del siglo XIX e inicios del XX, convirtiéndola en un núcleo ferroviario clave y un importante centro de actividad durante la Revolución mexicana.

A pesar de su pasado histórico, la ciudad experimentó un declive económico hacia finales del siglo XX con la disminución de las actividades ferroviarias. Sin embargo, ha buscado diversificar sus actividades económicas para adaptarse a los cambios. La Hacienda de Dolores, también conocida como “Ejido Libertad, Jiménez Chih.”, es un vestigio de su época colonial, donde aún se pueden encontrar ruinas que datan de la estancia de los españoles. Este lugar, que albergaba a los hacendados más ricos de la región, conserva canaletas de piedra utilizadas para los telares y una iglesia reconstruida recientemente por los habitantes locales para preservar su legado histórico.

Se dice que la región constituyó uno de los asientos de los indios nahuas (los aztecas eran nahuas, pero no todos los nahuas eran aztecas) en su migración desde el gran norte americano hacia el centro de México, en búsqueda de mejores condiciones de vida; se dice que, de la estadía de los nahuas en el lugar, aún quedan algunas ruinas cerca de la cabecera municipal. En la región también habitaron indios Jovas y Apaches.

En el siglo xviii, el pueblo de Casas Grandes fue el primer y mayor centro de autoridad en la región con el grado de Alcaldía Mayor. Con el tiempo la población quedó subordinada al presidio de San Buenaventura. Alrededor de 1820 la comarca de Casas Grandes adquirió categoría de municipio, categoría que conserva hasta la fecha.

Nuevo Casas Grandes fue fundada en 1897, cuando una parada del ferrocarril Río Grande, Sierra Madre & Pacific se estableció en la región. Este ferrocarril, propiedad de empresarios estadounidenses en Nueva York, tenía la intención de facilitar el trasiego de mercancías y la explotación de minerales en la zona norte, como San Pedro, la Candelaria y la hacienda de Corralitos. La fecha simbólica de su fundación se oficializó en 2021 como el 24 de junio, cuando el primer tren circuló entre Ciudad Juárez y la parada de Casas Grandes, que pronto se convertiría en Nuevo Casas Grandes.

Con la llegada del ferrocarril, la ciudad experimentó un importante crecimiento económico, atrayendo a empresarios, comerciantes, ganaderos y mineros locales y extranjeros. La construcción de la estación de ferrocarril en marzo de 1898, completada en agosto del mismo año, marcó un hito en su desarrollo, albergando un hotel y un restaurante. El auge económico atrajo la atención de periódicos nacionales y extranjeros, que comenzaron a referirse a la ciudad como “Nueva Casas Grandes” a partir de 1899, aunque los lugareños la conocían como “La Estación” por muchos años.

El municipio de Nuevo Casas Grandes fue oficialmente establecido el 21 de abril de 1923, aunque su nombre oficial fue adoptado más tarde, en la década de 1930. Su primer ayuntamiento, designado por el congreso del estado, entró en funciones en junio de 1923, mientras que el primer gobierno electo del municipio inició actividades en enero de 1924, encabezado por Tomas Fierro.